Retos y propuestas para la sociedad que seremos
La historia de la humanidad es una sucesión de retos, crisis y soluciones que han ido marcando los ciclos en los que se ha ido definiendo la sociedad. El siglo XXI es uno de esos momentos para la historia, un cambio de era. Por ello, es necesario marcar rumbos ciertos ante las incertidumbres, con la peculiaridad de que, a diferencia de en etapas anteriores, los cambios son profundamente disruptivos y se suceden con mayor rapidez.
La naturaleza disruptiva de estos cambios se debe a que, actualmente y de modo simultáneo, se están produciendo tres transiciones de gran envergadura: La primera, una transición demográfica. Vivimos más y en mejores condiciones, lo que refleja un gran éxito del desarrollo económico y social, pero también afrontamos una notable disminución de la natalidad. La combinación de ambos fenómenos tensiona la viabilidad de nuestro sistema de bienestar, así como la equidad intergeneracional. En segundo lugar, la transición tecnológica. Se produce por una aceleración en el desarrollo de las tecnologías de la computación, el uso de internet y la inteligencia artificial. Estos cambios suponen una enorme oportunidad para aumentar el nivel de prosperidad y bienestar, pero entrañan el riesgo de generar desequilibrios que desemboquen en desigualdades crecientes. Finalmente, la transición climática, que debe ser abordada a través de acuerdos internacionales que plantean cambios significativos en nuestro modelo económico.
Estas tres transiciones afectan a múltiples dimensiones de nuestra sociedad, y en el ámbito del empleo, en concreto, anticipan un cambio de paradigma laboral, pues su impacto en el trabajo es inmediato y de largo alcance: El envejecimiento de la población produce cambios disruptivos en la composición del colectivo de personas trabajadoras. Por su parte, el cambio tecnológico modifica sensiblemente la demanda de perfiles laborales por parte de las empresas. Por último, el cambio climático requiere producir bienes y servicios diferentes a partir de procesos productivos más limpios. En la medida en que el empleo es un instrumento fundamental de inclusión social y de desarrollo humano, y, en consecuencia, un termómetro de su bienestar social, es necesario abrir reflexiones sobre el futuro del empleo que permitan acometer políticas públicas dirigidas precisamente a la creación de más y mejores empleos.
En este contexto, la Fundación ISEAK, centro de investigación y transferencia en el ámbito de la economía, ha desarrollado, en colaboración con el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco, el Libro Blanco del Empleo en Euskadi. Esta obra pretende ser una reflexión, desde la que abordar cómo enfrentarnos a este proceso revolucionario, a partir del análisis contrastado desde la evidencia científica. Es necesario apoyarse en el conocimiento para poder gestionar las necesidades que surjan, pero sobre todo para aprovechar las oportunidades que se abren, pensando en la inclusión de las personas que en la actualidad afrontan mayores dificultades de integración en el ámbito laboral, como mujeres, jóvenes, inmigrantes, mayores de 45 años y personas con diversidad funcional.
Dos son los elementos que definen el contenido del Libro Blanco del Empleo en Euskadi:
En primer lugar, tras una panorámica de cómo las transiciones demográfica, tecnológica y climática están afectando a las sociedades más desarrolladas, con especial hincapié en la sociedad vasca, se detectan espacios de actuación para abordar los posibles desequilibrios a los que es preciso atender en el ámbito del empleo.
En segundo lugar, se ofrecen numerosas propuestas que pueden servir como marco para la reflexión con el fin de seguir impulsando una agenda vasca de prosperidad inclusiva que compagine dos objetivos: aumentar la productividad laboral y corregir las crecientes desigualdades. Ante los retos planteados, las políticas públicas en el ámbito del empleo necesitan promover actividades que consigan principalmente: (i) fortalecer el acceso a servicios públicos de calidad y que preparen a la ciudadanía para su participación laboral, (ii) impulsar la generación de una mayor cantidad de “buenos empleos” en la economía y (iii) dotar de instrumentos de protección a la ciudadanía para garantizar la participación social y laboral de aquellos colectivos con mayores dificultades.
Todas las propuestas planteadas se apoyan en los siguientes principios: (i) mejorar la igualdad de oportunidades, (ii) aprovechar las oportunidades que las transiciones ofrecen para crear más y mejores empleos, (iii) fomentar la construcción de una economía de “buenos empleos” y (iv) fomentar la inclusión social, articulando mecanismos redistributivos que combatan las situaciones de exclusión generadas por el mal funcionamiento de los mercados.
Entre las propuestas presentadas, posiblemente las más novedosas son aquellas que rediseñan la política industrial con una perspectiva de empleo en la etapa productiva. Hasta la fecha, los incentivos a la innovación o la implantación de nuevas tecnologías no tienen como objetivo central la creación de buenos empleos. Introducir la perspectiva del empleo puede, de facto, redirigir la política industrial y premiar aquellas tecnologías que generan mejoras en la productividad, así como incrementos en la cantidad y calidad del empleo – denominadas tecnologías “brillantes” – en detrimento de otras tecnologías que sustituyen empleo por capital sin incrementar prácticamente la productividad – tecnologías “mediocres”.
El momento escogido para la elaboración de este estudio es particularmente relevante, pues es precisamente ahora cuando se debieran aprovechar las oportunidades que brindan las transiciones en las que el mundo está inmerso para construir una sociedad menos desigual, más justa y equitativa. Las propuestas que se presentan forman la base para un futuro de crecimiento inclusivo y sostenible y de prosperidad compartida, en Euskadi. Pero el diseño de los detalles, y su puesta en práctica, exigirán un amplio debate y la participación de todas las partes de la sociedad vasca. Desde ISEAK y el Departamento de Trabajo y Empleo confiamos en contribuir a este proceso con la elaboración de este Libro Blanco.